¿Qué son los hercios de una pantalla?

¿Qué son los hercios de una pantalla?

La frecuencia de hercios (Hz) de la tasa de refresco indica la cantidad máxima de fotogramas que un monitor o televisor puede mostrar por segundo, que puede ser mayor, igual o menor que los FPS de un vídeo o un juego, actuando así como limitador. Debes de saber que el vídeo no existe, sino que son una serie de fotogramas puestos unos después de otros a cierta velocidad que al final forman el vídeo.  Quiere decir que si una pantalla tiene 100Hz, es capaz de mostrar 100 fotogramas por segundo. O sea, que la pantalla se actualiza 100 veces por segundo. Resulta que el ojo humano es capaz de detectar esos saltos de imagen, aunque al principio cueste más trabajo entenderlo. Es común que se confunda con la resolución porque es cierto que mejora la calidad, pero son cosas completamente distintas.

Cómo entender las frecuencias de refresco (PC)

Como se ha indicado anteriormente, una mayor frecuencia de refresco se refiere a la frecuencia con la que la pantalla refresca la imagen. El tiempo entre estas actualizaciones está en milisegundos (ms) y la frecuencia de actualización del monitor está en hertzios (Hz).

La frecuencia de actualización de un monitor se refiere al número de veces que se puede mostrar una nueva imagen por segundo. Se mide en Hertz (Hz). Por ejemplo, si tu monitor tiene una frecuencia de refresco de 144 Hz, la imagen se refrescará 144 veces por segundo. Cuando se combina con la alta velocidad de fotogramas producida por el trabajo conjunto de la GPU y la CPU, esto puede conducir a una experiencia más fluida y a una mayor velocidad de fotogramas.

Para aprovechar la mayor frecuencia de refresco, los tres componentes más importantes a tener en cuenta son:

• Monitor con una alta tasa de refresco.
• Una CPU lo suficientemente rápida puede proporcionar importantes instrucciones de juego, como la inteligencia artificial, la física, la lógica del juego y el renderizado de datos.
• Una GPU suficientemente rápida puede ejecutar rápidamente esas instrucciones y crear los gráficos que se ven en la pantalla.

El monitor puede mostrar las imágenes al ritmo que produce el sistema, por lo que es importante que la CPU y la GPU puedan completar este proceso rápidamente. Si la CPU y la GPU no pueden proporcionar suficientes fotogramas al monitor, por muy buenas que sean sus especificaciones, el monitor no podrá producir una alta frecuencia de refresco.

Si tu monitor tiene una frecuencia de refresco de 144 Hz, pero la GPU sólo ofrece 30 fotogramas por segundo, no utilizarás una frecuencia de refresco mayor.

Configuraciones de hardware

El nivel de hardware necesario para generar una mayor tasa de refresco depende de la tasa de refresco que quieras conseguir y del juego al que estés jugando. En general, cuanto más alta sea la frecuencia de refresco de una pantalla, más fotogramas tendrán que ofrecer la CPU y la GPU por segundo y más beneficios se podrán obtener de las opciones de mayor rendimiento.

Teniendo en cuenta esto, la cantidad de carga en la CPU y la GPU del juego será diferente. Los juegos más antiguos, o los que no hacen hincapié en la última tecnología gráfica, consumirán menos recursos que los juegos de nueva generación. Esto significa que se pueden conseguir mayores frecuencias de refresco con un hardware más débil, dependiendo del juego al que se quiera jugar.

Los ajustes gráficos utilizados también afectarán a la intensidad de la experiencia del hardware. Reducir la resolución a 1080p dará lugar a una mayor frecuencia de refresco y a una menor sobrecarga de rendimiento, al igual que desactivar o reducir la configuración de los gráficos. En cuanto a la obtención de resoluciones más altas, cuanto más bajos sean los requisitos para la experiencia de juego por hardware, más fácil será forzar el aumento de la tasa lo suficiente como para ver los beneficios de una pantalla de alta tasa de refresco.

Esto puede significar ajustar la configuración y la resolución del juego para encontrar un equilibrio adecuado para ti.

Cómo determinar las capacidades de su sistema

Antes de cambiar a un monitor con una alta frecuencia de refresco, es mejor asegurarse de que el sistema está a la altura.

La mejor y más fácil manera de entender la tasa de refresco que puede soportar tu sistema es ejecutar un juego y observar su rendimiento. Utiliza una herramienta de monitorización de la tasa de refresco, como Fraps, para mostrar la tasa de fotogramas (FPS) mientras juegas. La mayoría de las utilidades de monitorización de la tasa de fotogramas pueden comparar el promedio de FPS para controlar el rendimiento del sistema durante una sesión de juego.

Lo ideal es que la tasa de fotogramas del juego sea igual a la tasa de refresco del monitor para obtener la mejor experiencia. Por ejemplo, tu sistema debería generar 144 FPS para obtener todo el beneficio de una pantalla de 144 Hz.

Aunque no se alcance el límite de capacidad de la pantalla, podrás disfrutar de una mayor frecuencia de refresco. Jugar a 110 Hz es mejor que a 60 Hz, y puedes actualizar tu CPU y GPU en cualquier momento para conseguir 144 FPS.

Si tu sistema tiene problemas para ejecutar juegos a más de 60 FPS, es posible que no veas los beneficios de un monitor de alta frecuencia de actualización, pero si tu PC puede producir más de 60 FPS, puede valer la pena invertir.

Si no tienes un juego al que quieras jugar, puedes probar otros similares y evaluarlos. En general, el mismo tipo de juegos lanzados en el mismo año o los juegos desarrollados con el mismo motor tienen requisitos de rendimiento similares. También puedes investigar las experiencias de otros jugadores y comparar tu configuración de hardware con la de ellos para saber qué ocurrirá.

Sincronización adaptativa

Si su sistema tiene dificultades para alcanzar los FPS necesarios, puede ser útil un monitor con sincronización adaptativa. Muchos monitores modernos utilizan esta tecnología. La sincronización adaptativa permite que el monitor se comunique directamente con la GPU para que la frecuencia de refresco del monitor se sincronice cuando se genere cada fotograma, incluso si los FPS son inconsistentes.

La sincronización vertical (VSync) es una función similar que normalmente se puede activar en el juego. Las tecnologías Adaptive Sync y VSync pueden ayudar a reducir o eliminar los efectos visuales, como la distorsión de la pantalla, cuando se trata de frecuencias de cuadro fluctuantes.

Elegir el monitor adecuado

Los monitores de alta frecuencia de refresco tienen una variedad de frecuencias diferentes para elegir, 144 Hz es una mejora considerable sobre los monitores estándar de 60 Hz y 240 Hz es una opción popular de gama alta.

No es necesario que compres un monitor con la mayor frecuencia de refresco que pueda soportar tu sistema. En su lugar, busque un monitor que ofrezca una combinación de características que le convenga. Encontrar un monitor con una frecuencia de actualización, resolución, tamaño de pantalla y relación de aspecto que se ajuste al rendimiento de su PC debe ser una prioridad.

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Fuente: www.bringit.com.br